Sección: Evidencias y vanalidades
miércoles, 6 de agosto de 2014
Para qué preguntarlo, si al atarlo, devolvemos al abismo su absurdo prematuro, la virginidad de los principios
Un código que dibuje sobre nuestros vértigos una boca escarpada, un orificio para respirar.
Para que pase por el silencio de las puertas pequeñas
Para que brame lo imperceptible
Para que escuche lo que sordo,
siempre calla
en mi pequeño paraíso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Entrada más reciente
Entrada antigua
Inicio
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario