miércoles, 8 de octubre de 2014

silencio

Por eso se sienten holgados los minutos, y no buscan compañeros para las noches más largas.

Las moléculas de aire se expanden para ocupar todo el espacio de mi habitación cerrada y oscura.

Se abrirán flores sin que yo lo sepa en primavera, y yo viviré mi hielo con todos sus colores.
Y estaré dormida para que todo sea apacible, para que no llueva cuando echamos la llave y se hace de noche.

Sólo habrá tormentas anunciando el verano esquivo y pasajero que nos arranca la ropa y nos deja abrasados. Para luego, volvernos a dormir,
lejos del cuerpo, hecho un ovillo.