del deseo que no resuelves
del billete de vuelta
de la cruda desidia que muerdo,
que araña,
que mastico purgada de culpas y tiempo.
Huyo del gato muerto,
del consuelo de muchos,
del grito que ladra a lo lejos pisado y hundido.
Huyo espantada, huyo entre rejas,
huyo acusada de colores que enlutan.
Huyo tirada en la yerba
huyo del frío, huyo cobarde
y te poemo
para librarme del miedo y la pena
del rastro de sangre mezclado con tierra madura.
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